En nuestra casa de Toledo hemos celebrado -2 de agosto-, la profesión perpetua de las hermanas Hipólita Dueñas y Verónica Hernández, además han renovado los votos las hermanas Anacar del Valle Lunar y Alba Nydia Vallejo. Un motivo para dar gracias a Dios por la fidelidad de nuestras hermanas y una oportunidad para seguir, en el tiempo que nos ha tocado vivir, el proyecto carismático iniciado por Madre Genoveva, de ser consuelo en la soledad de la persona mayor, el joven, el niño, porque la soledad no se fija sólo en una edad concreta.
Don Sergio Alentorán en la homilía, nos ha animado a vivir este compromiso desde la obediencia de la fe, según el espíritu de las bienaventuranzas y en la radicalidad del amor.
Somos un Instituto religioso que, movidas por el testimonio del coraz?n misericordioso de Jes?s, buscamos en todo la mayor gloria de Dios, la salvaci?n de los hombres y nuestra propia santificaci?n. Vivimos una vida consagrada, en comunidad de fe, de amor fraterno y de servicio apost?lico, seg?n nuestro peculiar Carisma en la Iglesia: ser consuelo en la soledad.
Angélicas